Aerófonos prehispánicos con membrana
Roberto Velázquez Cabrera
Instituto Virtual de Investigación Tlapitzcalzin.

Documento consultivo en afinación.
Primera versión, 31 de diciembre de 2003. Ultima versión 19 de junio de 2006.


Dibujo de la flauta (tlapitzalli) con cabeza de guajolote (huexolotl) y hoyo para membrana.
Dibujo tomado de la flauta TFN-198 de una vitrina de la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología (MNA).

Introducción y antecedentes

El objetivo de este documento es analizar unos extraordinarios aerófonos prehispánicos del México Antiguo que operaban con membrana mirlitón. Son extraordinarios, porque su morfología, materiales y el tipo de membrana que utiliza no se han detectado en otras culturas del exterior. Los aerófonos mesoamericanos con membrana no son muy conocidos ni se han incluido bien en los sistemas y diccionarios de instrumentos musicales ni en los sistemas tipológicos de bienes arqueológicos y de ellos se perdió hasta su designación original exacta. Pertenecen a una familia de artefactos o instrumentos de viento con membrana que no es muy conocida ni ha sido examinada a fondo desde ningún punto de vista o campo científico, técnico o humanístico, a pesar de que se han encontrado hasta en vitrinas de museos y en publicaciones de instrumentos musicales y de otros objetos arqueológicos recuperados. El análisis de los aerófonos mexicanos con membrana forma parte de un estudio más amplio que incluye otros artefactos sonoros con membrana antiguos que se usaban como gamitaderas o llamadores de animales y otros artefactos de viento antiguos con efectos sonoros similares. Algunos de ellos todavía se tocan como las flautas pame y tenek con membrana de tela de arana y cuyo estudio se encuentra en desarrollo. Lo más peculiar de estos artefactos de viento con membrana es que producen sonidos gangosos, nasales o zumbidos que asemejan a los que generan algunos seres biológicos como diversos animales.

Flautas con membrana se han usado en zonas de otros continentes como en las de Corea y China, aunque son de morfología y materiales diferentes. De Corea es una flauta transversa de bambú con membrana, la llamada taegum, de la que ya se hizo la primera tesis doctoral de un aerófono antiguo1, desde el punto de vista musical. En China aun hay varias flautas simillares de membrana, siendo la mas conocida la llamada dizi (y sus dos tipos principales qudi y bangui). La flauta dizi es importante en la investigación organológica, porque ya fue sujeta del segundo estudio doctoral de un aerófono antiguo2. Esas dos tesis son ejemplos de instrumentación de una recomendación del autor, para estudiar con la mayor profundidad posible cada tipo de artefacto sonoro importante existente, y es relevante para este estudio que las flautas analizadas tengan membrana. En nuestro país los artefactos de viento y otros instrumentos antiguos son ignorados y despreciados por los investigadores, porque dicen que ese campo no es materia de investigación formal, porque no saben como hacerlo o simplemente por falta de información, interés o por pereza. Cada artefacto sonoro mexicano relevante podría ser materia de estudios hasta de nivel doctoral, pero eso no ha sido posible, porque las instituciones educativas y de investigación actuales no han incluido esta especialidad en sus líneas de acción y programas. Sin embrago, es posible hacer algunos análisis de cada tipo importante de artefactos sonoro como los de membrana.

La mayoría de los artefactos sonoro prehispánicos con membrana recuperados son flautas de barro, principalmente en la Cuenca de México, aunque se han encontrado de otro tipo en varias zonas del país. Algunas flautas con hoyo para membrana aparecen hasta en publicaciones y en museos, pero no han sido analizadas con profundidad y no han sido bien identificadas por los investigadores que las han encontrado y examinado directamente, ni por los curadores e investigadores de los museos que resguardan o exhiben. Sin embargo, fue posible encontrar información de algunos bienes sonoros antiguos de este tipo que permiten hacer algunos análisis experimentales indirectos y emitir algunas propuestas. Se pretende mostrar que es posible conocer algo adicional de las propiedades de los aerófonos antiguos y de los gustos sonoros de nuestros antepasados aun sin tener acceso directo a los bienes arqueológicos. Como inicialmente es necesario analizar cada tipo de artefacto encontrado, en apartados separados se analiza cada uno de los aerófonos con membrana encontrados y, en su caso, se comentan los resultados de los experimentos realizados, con la finalidad de ayudar a divulgar la rica pero desconocida organología mexicana antigua. Los estudios sobre aerófonos mexicanos se han tenido que dar a conocer en Internet, porque no se han encontrado editores de libros o revistas interesados y especializados en ese tema de investigación.

Este documento consultivo es preliminar, pero es inédito, ya que en ninguno de los casos de artefactos sonoros que fueron analizados se identificó o reconoció el uso de la membrana por los investigadores de la arqueología que los rescataron o examinaron inicialmente y se comentan algunas de sus propiedades sonoras que no se conocían.

Instrumentos musicales del Templo de Fuego Nuevo (TFN) Huixachtécatl (Cerro de la Estrella).

Este primer grupo se analiza en base a información publicada en una tesis profesional de arqueología de Miguel Pérez Negrete3. En ella se informa sobre 21 flautas y 3 fragmentos de flautas de barro que fueron encontrados en el Deposito Ritual 3 (DR-3) en el frente del TFN, asi como 2 "ocarinas", una de barro y otra de piedra verde en otras estructuras no especificadas y 23 cascabeles de cobre del Deposito Ritual 17. Para mostrar la importancia del templo del Huixachtécatl basta incluir un segmento del texto relacionado:

"el actual Cerro de la Estrella complementó la conformación ceremonial que debía tener cada altepetl, de cerro sagrado de los colhua-toltecas, origen del linaje mexica, a cerro sagrado del hegemónico imperio colhua-mexica. Como herederos del linaje tolteca, lo reclamaron para ser el cerro mas importante como imperio tenochca como allauhcalli y para el ceremonial del Fuego Nuevo de 1507"

Ese ceremonial fue el último realizado y constituye uno de los eventos mas importantes de las décadas previas a la invasión y la gran masacre de las culturas nacionales.

En la materia de este trabajo, la tesis incluye observaciones sobre las características iconográficas, los datos históricos y del contexto arqueológico y los posibles significados generales del entierro DR-3 que en su conjunto incluye aproximadamente 70 cráneos infantiles (uno pintado con chapopote) en una matriz arcillosa de lodo de estero, laguna costera o desembocadura de río. Se menciona que algunas flautas depositadas en el DR-3 tienen decoraciones en el extremo distal por la efigie de un individuo o animal, destacando la figura de Tlaloc y posiblemente Xochipilli. Las flautas fueron colocadas en un nivel medio, en la misma capa que ocuparon los restos infantiles y los instrumentos musicales no siguen una orientación específica ni los cráneos, aunque se observó una orientación flauta-cráneo. Sobre el uso de las flautas se mencionan antecedentes de la literatura como algunos de Sahagún: a) de la fiesta que hacían en el mes Atlcahualo a honra de los dioses del agua y la lluvia llamados Tlaloque en que sacrificaban niños en los montes altos (Sahagún, 1999, L II, C XX, 98); b) la descripción sobre la fiesta del Tozcatl en que se sacrificaba a un joven que personificaba a Tezcatlipoca y destruía flautas y (Sahagún, 1999, L II, C XXIV, 108); c) el escrito sobre la fiesta Etzalqualiztli que hacían tocando instrumentos en el cu de Tlaloc en la noche previa al sacrificio disfrazando a los cautivos de Tlaloques cuyos ornamentos se colocaban sobre los restos tlaloques muertos anteriormente (Sahagún, 1999, L I, C XXI, 50). En base a los antecedentes de la literatura anteriores y otros elementos del entierro se derivó la propuesta para el significado de los cráneos y de las flautas del entierro:

"Los niños sacrificados y que forman parte del DR-3, podrían haber representado a tlaloques, los cuales fueron acompañados de las flautas en una unidad ritual que involucraba a los tlaloques con el tañer de esos instrumentos musicales."

Es conveniente comenter que los antecedentes de Sahagún son de varios siglos posteriores y de otras culturas, pero las ceremonias del agua pudieron existir previamente en zonas cercanas y están bien relacionadas en los sitios rodeados de agua y con lluvias abundantes y necesarias. Sin embargo, se ha visto que la operación adecuada de estos aerófonos con membrana requiere de un entrenamiento, para poder obtener todas las posibilidades sonoras propias. Por ello, los músicos que las tocaron en ceremonias importantes debieron ser maestros especializados. Aun hoy, los especialistas en objetos antiguos ni siguiera han reconocido las posibilidades sonoras de esas flautas extraordinarias.

En el volumen del catalogo tipológico de las piezas de la tesis se incluyeron varios instrumentos musicales sobre los que se menciona que:

"Solamente se hacen breves observaciones sobre las características iconográficas, representando estos instrumentos un filón para investigaciones futuras".

Esas investigaciones sugeridas, que son adicionales a las tradicionales de la arqueología como las de tipo iconográfico, se inician a continuación. El análisis de este apartado se hace para ayudar a instrumentar una propuesta de investigación sugerida en la tesis sobre estudios temáticos de los objetos sonoros encontrados en el TFN que pudieron operar con membrana.

Con estos ejemplos, se muestra que es posible analizar con mayor detalle los aerófonos encontrados y proponer algunos posibles significados más específicos, así como proporcionar información para la identificación de otras flautas similares que se hayan recuperado y almacenado.

Flauta TFN-198.

Una de las 21 flautas de barro del DR-3 se muestra en el dibujo de la TFN-198, misma que se pudo examinar visualmente, ya que se encuentra en exhibición en una vitrina de instrumentos musicales de la Sala Mexica del MNA y sobre ella se proporcionó la siguiente información de su registro y comentarios en la tesis:

Cat. TFN-198. Flauta
Pieza: 10-150344
Procedencia: Proyecto 1974-1975
Contexto: Depósito Ritual 3, perteneciente a la Etapa Colhua Tardía
Descripción: Flauta de barro de cinco perforaciones. El cuerpo presenta color rojo bruñido con la boquilla negra. En el extremo distal tiene la cabeza de un guajolote con orejeras
Medidas: 20.5 cm de largo por 4.5 cm de alto
Ilustración: Ramírez Acevedo (1975). Pieza expuesta en la Sala Mexica del MNA
Temporalidad: Postclásico Temprano (950 a 1150 dC)
Comentarios: Del guajolote, existe en un trabajo de Doris Heyden del que resume: En México el guajolote ocupaba un lugar importante en la economía, en la alimentación, en la religión, en la mitología y en el simbolismo. Fue una ofrenda a los dioses y a los reyes, fue la imagen del rey muerto, simbolizaba a los antepasados. Fue el dios Tezcatlipoca en una de sus manifestaciones. El guajolote fue un elemento estimado en la fauna nativa del mundo mesoamericano en la época prehispánica.
Al igual que muchas otras piezas y el conjunto de flautas, son un tema rico de investigación a futuro desde diversos enfoques.

Las ilustraciones de la tesis sobre la flauta TFN-198 no se incluyen aquí, porque son muy pequeñas y poco claras para poder ser analizadas. La información del registro y sus comentarios son importantes para conocer sus medidas generales, contexto, origen, temporalidad, decoración, iconografía, etc. de la flauta, pero no sirve para saber exactamente como se pudo hacer y usar ni conocer sus sonidos y propiedades acústicas. El rango temporal de incertidumbre del entierro DR-3 es de dos siglos y no se sabe si los infantes fueron sacrificados al mismo tiempo, porque un cráneo estaba pintado de chapopote y otros objetos provienen de un Deposito Ritual 1 anterior. Como en la tesis se incluyen una gran cantidad de objetos recuperados, no fue posible profundizar el estudio de ninguno de ellos como la flauta TFN-198. Los comentarios emitidos se refieren sólo a la iconografía y no se proporcionan detalles de la morfología y dimensiones organológicas de la flauta ni se analizan los sonidos que puede producir. Ni siquiera se identificó el hoyo para la membrana de la flauta TFN-198, ya que parece que el hoyo para la membrana se confundió con el de un obturador tonal adicional. La falta de conocimiento de la organología antigua que se ha observado en los estudios de arqueología se origina en que aun no se incluyen cursos de esa especialidad en las escuelas y hay muy pocos expertos en el tema.

En una vitrina de instrumentos musicales de la Sala Mexica del MNA la flauta TFN-198 se muestra ya sin membrana, porque era de material perecedero. La pieza no tiene texto informativo que la identifique ni comente o describa. Por la posición en que se colocó la flauta de barro en la vitrina, mostrando hacia el frente la cabeza de guajolote, misma que fue adherida al pastillaje en el extremo distal del tubo resonador, se ve que eso es lo que quisieron que vieran bien los visitantes. Parece que esa imagen hermosa y vistosa les pareció lo más relevante para la selección de la pieza exhibida, ya que su mecanismo sonoro, que es más extraordinario en la historia universal, no se puede ver bien, por estar en la parte posterior de la vitrina. La membrana se colocaba cubriendo el hoyo que se ve en la pequeña protuberancia hecha en la pared superior del resonador, entre el hoyo sonoro de la embocadura y el primer hoyo de digitación. En este caso, el mecanismo sonoro con membrana es más importante y extraordinario que la figura zoomorfa y el fino trabajo y terminado cerámico de la flauta, ya que no se conocen otras flautas de este tipo y material en ninguna otra cultura del exterior. Es posible que haya otras flautas similares recuperadas, pero el público no puede conocer ni la información de registro oficial del patrimonio de bienes antiguos que se encuentra arrumbado en bodegas. La flauta de la TFN-198 exhibida en el MNA tiene abierto el extremo distal, porque abajo de la cabeza de guajolote tiene una abertura para la salida del aire y las ondas sonoras. Tiene rota la parte posterior del aeroducto, mismo que fue hecho con gran finura en un estilo muy usual en las culturas antiguas de la Cuenca de México.

El autor no ha tenido acceso directo a esas flautas antiguas y aun si eso fuera posible no es conveniente analizar hipótesis funcionales con los aerófonos originales cuando pueden modificar su estado físico como el uso de cera para pegar membranas. Para el estudio de ese tipo de posibilidades funcionales se han utilizado modelos experimentales aproximados con buenos resultados, ya que no se ha encontrado otro medio para explorar los procedimientos de construcción, materiales y usos de los sonidos producidos en situaciones y condiciones hipotéticas. El conocimiento sobre la construcción y uso de sus artefactos sonoros se perdió en el pasado, cuando fueron eliminados de este mundo sus maestros constructores y sus usuarios, así como los documentos que pudieron describirlos. No hay evidencia arqueológica sobre las membranas utilizadas en estas flautas de barro, mismas que ya no se usan. Ni siquiera existen copias comerciales de este tipo de flautas. Por todo ello, la única manera de poder ser estudiadas es utilizando modelos experimentales.

Modelo experimental de la flauta TFN-198

Se hizo una flauta experimental de barro con cabeza de guajolote y funciona bien con membrana de plástico y de tripa de puerco pegada con cera de abejas. Esos materiales se han usado con buenos resultados en otras flautas experimentales con membrana, aunque pudieron usarse otros materiales. La cera de abeja aun se usa para fijar membranas vibratorias de tela de arana en la flautas pame y tenek que se han venido estudiando y son las únicas flautas con membrana conocidas que aun se usan en nuestro territorio. Los sonidos generados por el modelo experimental son gangosos y nasales que parecen zumbidos como los producidos por algunos animales.

Las principales características de las frecuencias de los sonidos simples y complejos se pueden analizar por medio de técnicas modernas que se puede llamar de iconografía espectral, utilizando espectrogramas. En las primeras pirámides escalonadas del espectrograma se pueden ver los componentes de frecuencia de los sonidos del modelo experimental siendo tocado cubriendo con un dedo la membrana para eliminar su efecto. La altura de los sonidos no es muy importante en este caso, porque provienen de un modelo experimental, pero su tesitura se da entre 870 Hz y 1610 Hz. Los componentes de frecuencia de los sonidos se escuchan bien definidos y son un poco nasales aun sin operar la membrana. Lo que es más importante analizar, por su singularidad, es el efecto del timbre gangoso. Una de las características de estos sonidos gangosos es que el tercer armónico es más fuerte que el segundo, aun cuando se excitan en forma simple como las flautas musicales. Los sonidos nasales y los zumbidos de este tipo son producidos por una gran cantidad de seres biológicos como diversos animales y aun por ancianos como los que se han representado en algunas flautas votivas del propio DR-3 que tienen decoraciones de rostros de Tlaloc y Huehueteotl y del jaguar y otras figuras con representaciones zoomorfas.

En las segundas pirámides escalonadas del espectrograma se muestran las componentes de frecuencia de los sonidos que se generan cuando se deja vibrar la membrana libremente. La intensidad de la señal resultante en menos fuerte y el segundo armónico se atenúa un poco. Cuando la presión del aire es bajo la membrana casi no vibra y los sonidos producidos son un poco nasales, pero cuando se aumenta la presión del aire se incrementa la vibración de la membrana y el timbre cambia y se producen zumbidos. Estas flautas, pueden producir sonidos mas complejos si se digitan y excitan en forma compleja para producir microtonalidades y vocalizaciones variables en forma continua que se asemejan mucho a los sonidos biológicos e iconográficamente pueden parecer representaciones cerros, olas y culebras espectrales y otros fenómenos y seres naturales ondulatorios.

No existe evidencia que pueda servir para determinar como se tocaba exactamente esta flauta, pero se puede hacer una propuesta sobre su significado posible.

Un significado posible de la flauta TFN-198.

Habiendo reconocido el posible uso real de membranas en esas flautas y su capacidad de producir sonidos similares a los de seres biológicos, se puede indagar sobre la posible causa de utilizar ese tipo de flauta y sus sonidos en una ceremonia prehispánica a los dioses del agua y la lluvia como la propuesta en la tesis consultada. Una posibilidad se puede derivar de hechos observados en la época de lluvia en que algunos animales cantan en las zonas rurales de riveras de lagos y en los montes, los cerros y la selva. En el pasado, esos sonidos biológicos pudieron ser imitados usando artefactos sonoros con membrana para hacer ceremonias asociadas a las deidades de la lluvia con el auxilio de flautas de barro, para cantar como los seres de la fauna que apreciaban y veneraban. Uno de ellos pudo es el propio guajolote de la decoración de la flauta TFN-198. Los modelos de barro eran necesarios, porque los animales como los guajolotes cantan sólo cuando ellos quieren y no es sencillo lograr que canten cuando uno lo desea como en una ceremonia. Los animales también producen sonidos cuando se sacrifican, pero en ese caso son lamentos del dolor mortal.

La representación iconográfica del guajolote en la flauta puede tener un significado votivo más rico, preciso o específico si se le relaciona con los sonidos que produce y con la mitología antigua, ya que también puede indicar alguna semejanza con los sonidos del animal natural. Se sabe que había gamitaderas o llamadores de animales con membrana, mismos que se han venido estudiando y tampoco son muy conocidos en nuestro medio. Aun hoy, en el comercio del exterior se pueden conseguir llamadores de animales incluyendo los del propio guajolote como el bucal de latex "Limb Hanger" de la serie "Primos PiggyBack Series Mouth Calls" que opera con membrana doble y es muy utilizado por cazadores profesionales, para imitar sus sonidos y atraerlos. En el pasado, estas flautas también se pudieron usar para representar los animales con mayor realismo en las ceremonias o rituales en que eran incluidos. Si estas posibilidades se aceptan, el significado de la flauta votiva se podría enriquecer, ya que se convertiría en la representación fiel de un guajolote que pudo ser una ofrenda cantadora en la propia ceremonia de lluvia, pero que además se dejó vivo (sin haber sido roto o "matado") para que pudiera seguir cantando en el otro mundo.

Las ceremonias para pedir la lluvia fueron practicadas por todos los pueblos del México Antiguo como las que se hacían a Chac de los mayas. Ya se propuso que los mayas pudieron usar artefactos sonoros de barro para imitar sonidos biológicos como los de las ranas naturales, lo que se puede consultar en un caso de Yaxchilan. Se sabe que los pames 5también usaban en el monte sus flautas de membrana que genera sonidos similares a los de los animales, para pedir la lluvia y protegerse de los seres malignos, antes de que se incorporaran a las fiestas religiosas impuestas desde la invasión, conquista y colonización.

Flauta TFN-205.

Para otro segmento de flauta se proporcionó la siguiente información de su registro arqueológico:

Cat. TFN-205. Flauta
Pieza: 10-150376
Procedencia: Proyecto 1974-1975
Contexto: Depósito Ritual 3, perteneciente a la Etapa Colhua Tardía
Descripción: Fragmento de flauta (le falta la sección distal) con cuatro perforaciones, decoración rojo sobre café (INHA 1975)
Medidas: 11.6 cm de largo por 2.7 cm de ancho Ilustración: Inventario fijo del INAH (1975) Temporalidad: Postclásico Temprano (950 a 1150 DC)
Comentarios: No sabemos si se trata de una flauta votiva o al igual que la pieza anterior (Cat. TFN-204), no poseía ningún elemento en el extremo distal

Este segmento de flauta es muy similar en morfología a una que se exhibe en el Museo Arqueológico de Xochimilco (MAX, cuyo caso se analiza en ese apartado) y no se comenta en la tesis de referencia, porque la figura decorativa rota se perdió y no se le puede hacer un análisis iconográfico. Tampoco se identificó lo que parece un hoyo para la membrana. La foto mostrada es muy pequeña para verla con claridad y poder confirmar la existencia del hoyo para membrana y poder reproducir la flauta para propósitos experimentales, pero indica que pudieron usar otra flauta con membrana en el DR-3.

Otras flautas, fragmentos de flautas y silbato roto

Parece que el resto de las flautas y fragmentos de flautas encontrados en DR-3 (TFN-196 a 209) no tienen hoyo para membrana y no se pueden ni examinar bien, porque las fotos no estan claras y son pequenas. Hay otros quince segmentos de flautas (TFN-064) y un silbato roto (TFN-065) en condiciones similares y que no tienen contexto especificado dentro del TFN, por lo que no se pueden aprovechar para hacer ningun tipo de análisis como los de ayudar a estimar fechamientos organológicos en la Cuenca de México.

"Ocarina" TFN-237

Para esta "ocarina" extraordinaria de piedra verde se proporcionó foto pequeña (ver dibujo) con la siguiente información y comentarios:

Cat. TFN-237. Ocarina
Pieza: 10-150350
Procedencia: Proyecto 1974-1975
Contexto: No especificado dentro del contexto arquitectónico del Templo del Fuego Nuevo
Descripción: Ocarina de jadeíta con perforación tubular a los lados
Medidas: 3.8 por 3.8 cm. Temporalidad: Postclásico Tardío (1350 a 1519 dC)
Comentarios: Por industria, deberíamos haberla colocado en el siguiente apartado (Lítica pulida), aunque la englobamos acá por ser un instrumento musical. Es la única pieza de este tipo en piedra verde. Parece que pertenecía a algunos de los depósitos rituales de la etapa mexica, localizados en el Altar Frontal 1, pero no logramos conformar ese dato.

Aerófonos de piedra verde del Templo Mayor (TM)

La "ocarina" TFN-223 parece muy similar a otros artefactos sonoros extraordinarios de piedra verde que se han exhibido en el Museo del Templo Mayor (MTM). Sobre ellas algunos de sus investigadores han dicho que no funcionan bien y hasta los han catalogado como "representaciones de instrumentos musicales" como en una tesis de Leonardo López Lujan de 1990.

Es interesante comentar que el tubo del aeroducto de los aerófonos de piedra es circular y que no se han encontrado artefactos de viento de embocadura de pico o con aeroducto hechos en una pieza en ninguna zona del exterior y su construcción también es extraordinaria, porque su mecanismo sonoro interno se puede hacer con perforaciones usando puntas de corte tubulares o circulares. La embocadura de las flautas de pico hechas en materiales sólidos como la madera se tienen que construir con dos o mas piezas maquinadas, porque su aeroducto rectangular y bisel plano no se pueden hacer con brocas circulares.

Esos aerófonos extraordinarios de piedra verde del MTM son cuatro (Elem. 99, 130, 175 y 176) y ya fueron incluidos en una investigación doctoral de Adje Both 6 (comunicación personal). No se puede incluir aquí la información de detalle relacionada de esa tesis pero es importante, porque es el primer trabajo doctoral conocido sobre aerófonos antiguos de nuestro continente. Los aerófonos de piedra verde se integran en un grupo tipológico llamado "A". Fueron encontrados en la Ofrenda 78 junto a "flautas" de piedra y de barro y otros objetos, construida dentro de la plataforma del Templo Rojo Sur (Estructura F) localizado en el costado sureste del Templo Mayor contemporáneo a la Etapa constructiva VI (1486-1502). En la tesis de Both, los aerófonos de piedra verde se clasifican como "Flautas con aeroducto externo y tubo abierto sin orificio de digitación (código tipológico 421.211.11)", aunque se reconoce que se pueden obturar en su extremo y se confirma que no funcionan bien en los dos modos de operación, con su tubo resonador abierto y cerrado. Su morfología y dimensiones generales son muy similares a los del TFN-223, ya que el largo y ancho total del tubo resonador de este de 3.8 cm por 3.8 cm se encuentra entre las dimensiones del de los del TM que son 3.4 y 3.95 cm y 3.5 y 3.8 cm, respectivamente. Both comenta que esas "flautas" no funcionan en el modo abierto, pero mejoran si se calientan con las manos. No son para generar música melódica, pero pueden producir efectos sonoros especiales como batimentos y efectos psicoacústicos, aunque su posible uso ritual es complejo por la existencia de otros instrumentos líticos y objetos en la ofrenda.

Ahora no es posible determinar el origen exacto espacial, cultural y temporal de los aerófonos de piedra de piedra del TM y del TFN, ya que en este caso no se sabe la estructura en que fue encontrado en la exploración ni como se estimó su posible temporalidad y en el caso del TM sólo se ha mencionado la Etapa Constructiva probable del monumento en que se depositaron y no se sabe su posible lugar de creación. Eso indica que los aerofonos de piedra verde son anteriores a la Etapa Constructiva del TM y que fueron hechos antes de ser depositados en los entierros, pero no se puede precisar el tiempo ni el lugar de su creación y ni siquiera hay certeza del caso en que se depositaron primero. En ocasiones se reutilizaban objetos de otras estructuras anteriores o pudieron ser traídos de alguna zona cercana al lugar de la extracción del material, mismo que tampoco se sabe. La piedra verde utilizada no se encuentra en la Cuenca de México ni hay evidencia sobre la construcción de estos aerófonos en la misma zona, pero se sabe que algunas minas de piedras verdes se localizan en la zona Mixteca Baja de Oaxaca-Puebla y en la costa de Guerrero. Se sabe que en esa misma zona Mixteca se han encontrado aerófonos con aeroducto tubular, aunque también existían en otras zonas como la maya. En la literatura, hay evidencia de que los primeros lapidarios de la Cuenca de México eran de Xochimilco (Sahagún, 1999, L IX, C III, 525) y en varias de sus zonas, incluyendo Tenochtitlan, se trabajaba la piedra verde o chalchihuitl (Sahagún, 1999, L X, 609), pero no se sabe de la construcción de flautas de ese material, lo que requiere de otra especialidad. Parece que las piedras verdes chalchihuites y de turquesa eran traída de Tlalocan donde salía el sol y vivían los tamimes o los olmecas, uixtoxin y mixtecas (Sahagún, 1999, L X, 609). Hasta Quetzacoatl tenía vasallos que labraban sus chalchihuites (Sahagún, 1999, L III, C III, 195). Lo que se puede inferir es que la similitud en la morfología, dimensiones, materiales y terminado de los aerófonos de piedra verde indican que pudieron ser hechos por una misma comunidad artesanal y no es probable que esa tecnología se haya originado en varias zonas de la Cuenca de México, pero depositaron los aerófonos de piedra verde en las ofrendas. El estudio organológico y acústico directo y detallado de la "ocarina" TFN-223 se debe hacer para poder hacer comparaciones con los resultados encontrados por Both y ver con mayor detalle las similitudes. Es importante localizar aerófonos de piedra verde recuperados en otras zonas culturales anteriores, para obtener indicios del posible origen y temporalidad de este tipo singular de aerófonos. También es necesario hacer un estudio sobre las piedras verdes, como ya se ha empezado a hacer con la obsidiana itztli.

Modelos de los aerófonos de piedra con membrana

No existe evidencia arqueológica de que los aerófonos de piedra del TM y del TFN hayan sido operados con membrana, pero es interesante comentar que inspirado en un sueño se adaptaron membranas a algunos modelos de este tipo de aerófonos hechos en varios materiales que fueron probados. Unos de ellos son dos modelos experimentales de aerófonos tubulares transversos, uno barro y otro de madera. Los modelos de barro también se aprovecharon para determinar experimentalmente la estructura y dimensiones del mecanismo que produce los mejores sonidos, ya que en los materiales duros como la piedra es difícil hacer ajustes exactos al aeroducto y su dirección, y no se ha tenido la oportunidad de analizar directamente aerófonos antiguos similares que funcionen bien acústicamente. Tampoco se ha publicado en la literatura como se hacían exactamente en la antigüedad esos aerófonos y sus detalles finos, ni se han encontrado artesanos que aun construyan copias de ellos. Como en todo aerófono con aeroducto, lo más importante es la alineación final del canal y el bisel. Con los modelos de madera se encontró un procedimiento para poder orientar bien la dirección del aeroducto y hacer los ajustes necesarios en el bisel: haciendo una perforación inicial de menor diámetro y de dirección aproximada, para corregirla con rebajas de ajustes para ir ampliando el diámetro del aeroducto de acuerdo a la inclinación requerida. Se encontró que los sonidos mas fuertes se producen alineando el eje de la parte baja del aeroducto con el bisel. Ese procedimiento también se pudo aplicar a otros materiales rígidos como la piedra. Todos los modelos pudieron ser operados con membrana y funcionan muy bien, aun los que no funcionan bien en su modo abierto. Otro elemento que indica la posibilidad de uso de membrana en este tipo de artefactos sonoros antiguos de viento es que en los extremos de su tubo resonador se observa que tiene ranuras, mismas que pudieron servir para amarrar una cuerda y fijar la membrana.

La clasificación de estos aerófonos no es sencilla, ya que todos los instrumentos con membrana se clasifican como membranófonos, aunque los sonidos básicos se generen por el mecanismo sonoro de una aerófono. Aun los aerófonos incluyen sólo los que son instrumentos musicales de viento. En el pasado el concepto de la música era más amplio que en la actualidad, ya que incluía sonidos no musicales de acuerdo su concepción y uso actual, como los de seres biológicos y de fenómenos naturales. Se ha opinado que la clasificación de la organología antigua se podrá hacer en forma adecuada y completa hasta que se haya examinado e identificado bien cada tipo de artefacto sonoro antiguo recuperado. Los de membrana son un buen ejemplo, ya que si no se reconocen o identifican bien todas las posibilidades reales de cada tipo relevante de artefacto y mecanismo sonoro antiguo su clasificación no puede ser adecuada.

Los sonidos generados con vocalizaciones en aerófonos con membrana se asemejan a los de algunos animales que aparecen en el campo en las épocas de lluvia como la chicharra o cigarra (Tettigades chilensis), aunque sonidos de animales también se pudieron usar en otro tipo de ceremonias relacionados con los seres del entorno natural. En otros estudios se ha mostrado que los efectos mas complejos de los aerófonos antiguos similares, aunque sean sencillos como los silbatos, se producen cuando se operan en grupos al mismo tiempo y en esa forma pueden simular hasta coros de animales. En el espectrograma se representan gráficamente algunos sonidos complejos generados con uno de los modelos variando un poco la presión del aire de excitación y aplicando vocalizaciones.

"Ocarina" TFN-236

Para una "ocarina" similar a la TFN-237, pero de barro, se proporcionó foto pequeña (ver dibujo) con la siguiente información de su registro arqueológico:

Cat. TFN-236. Ocarina
Pieza: 10-150389
Procedencia: Proyecto 1974-1975
Contexto: No especificado dentro del contexto arquitectónico del conjunto arquitectónico
Descripción: Ocarina de barro con los extremos perforados
Medidas: 5.5 por 6.5 cm. Temporalidad: Postclásico Tardío (1350 a 1519 dC)

Estos aerófonos transversos de barro eran muy usados en la Cuenca de México y también pueden operar con membranas como los similares de piedra verde.

La información de los artefactos de viento con hoyo para membrana comentados indica que eran muy usados en el TFN y en el TM, e indica que otros recuperados deben estar esperando ser bien identificados en las bodegas de resguardo. El caso muestra que las flautas cónicas que se consideran de tipo mexica o azteca, en realidad existieron antes de la fundación de Tenochtitlan, ya que flautas similares como las encontradas en el TFN pertenecen a una cultura que las usó al menos dos siglos antes en la Península de Iztapalapa. Sin embargo, esa tecnología organológica fue adoptada posteriormente en el Centro Ceremonial de Tenochtitlan. Fragmentos de flautas similares en morfología y con membrana también se han encontrado en otras zonas de la Cuenca de México como en Xochimilco.

Fragmento de flauta de Xochimilco (MAX)

Es posible que existan otras flautas similares con hoyo para membrana de zonas de la Cuenca de México en bodegas sin haber sido identificadas o reconocidas, porque se han encontrado algunas en esas condiciones hasta en museos modestos como una rota que se exhibe en el MAX que ha sido reabierto recientemente. Fue posible visitarlo, el 6 de octubre de 2005, y tomar unas fotos de un fragmento de una flauta rota con hoyo para membrana sin texto descriptivo (ver dibujo), junto a dos fragmentos de otras flautas rotas, que tienen una morfología muy típica de algunas de la Cuenca de México. Este museo pertenece al Departamento del Distrito Federal y fue sencillo platicar con la directora, Maria Teresa Herrera. Ella informó que casi todas las piezas del museo provienen de donaciones, por lo que no hay mucha información de su contexto arqueológico, pero todas son de la zona de Xochimilco. Prometió proporcionar los datos de la cédula del fragmento de flauta con hoyo para membrana (que no conocía), cuando tengan un tiempo para abrir la vitrina y ver el número de registro, ya que tienen en exhibición 2000 piezas y en su acervo como 12,000 piezas y sus cédulas no se han automatizado ni ordenado de acuerdo a su topología. Este caso muestra que aun los museos modestos y no muy conocidos tienen gran cantidad de piezas arqueológicas, y entre ellas existen algunos que no se conocen bien y que son tesoros extraordinarios como esa flautita rota con hoyo para membrana que ni siquiera se había identificado. En la arqueología se dice que no tiene caso estudiar piezas que no tengan información de su contexto arqueológico, pero el reconocer el hoyo para membrana de este fragmento es tan importante como la información de su localización y temporalidad exactas o el tipo de piezas asociadas. El fragmento no tiene iconografía, pero su origen ya confirma que también se usaba en el sur de la Cuenca de México y se puede analizar sus funciones sustantivas utilizando modelos experimentales.

Con sólo observar bien el segmento de flauta en su vitrina, y estimar sus dimensiones con técnicas de copiado de Leonardo de Vinci utilizando proporciones, la flauta del MAX se puede reconstruir en forma aproximada como el (
modelo experimental en barro crudo). La mayoría de este tipo son de cuatro obturadores tonales. No se conoce la decoración que tenía en el extremo distal del tubo resonador, aunque eso no influye mucho en los sonidos que puede producir. Los modelos experimentales pueden dar indicio de detalles importantes. Por ejemplo, algunos modelos de flautas similares en morfología se han roto cerca del primer obturador tonal, como en la del MAX, porque esa es la parte más frágil del tubo resonador.

Algunos investigadores dicen que no es posible saber nada de la música antigua, porque no se ha encontrado en forma escrita y ya no se usa, pero hasta sin tener acceso a un fragmento de una flautita rota antigua es posible reconstruirla y conocer los sonidos aproximados que podía producir hace más de cinco siglos. Este tipo de flautas mexicanas de resonador cónico funcionan bien, aun frescas y hasta sin membrana su timbre es un poco nasal y hermoso. Una de las flautas ya quemada con membrana funciona muy bien y fuerte, por su dimensión un poco reducida.

Un detalle del mecanismo sonoro y la finura de esas flautas de la Cuenca de México, como el de la "Ocarina" TFN-236, se puede ver en un aeroducto roto de barro de un aerófono tubular transverso del Cerro del Judío, aunque en este caso el tubo resonador es longitudinal al aeroducto. Un posible procedimiento de construcción de una tlapitzalzintli del MTM, muy similar al de la flauta con membrana de la Sala Mexica del MNA, aunque se requiere un poco de trabajo adicional para colocar la protuberancia perforada sobre la pared del resonador. Esas flautas de barro se han exhibido, pero no ha sido posible analizarlas directamente por el autor, aunque ya se han examinado indirectamente usando sus modelos experimentales construidos.

Artefacto de viento de Oaxaca

Gonzalo Sánchez informó que encontró un artefacto de viento globular de embocadura directa antigua y con hoyo similar a los usados para membrana, en la bodega de Cuilapa, Oaxaca, proveniente del sitio del Zapote, Municipio de Ixtaltepec, Distrito de Juchitán. Es material de superficie, donado por la gente del lugar, por lo que no se dispone de su información arqueológica de detalle. Se probó en una copia experimental el uso de la membrana y funcionó bien. Este caso es importante, porque indica que no sólo se usaron las membranas en flautas de la Cuenca de México y puede haber artefactos de viento con hoyo para membrana sin identificar almacenados en bodegas de resguardo de otras zonas de Mesoamérica.

Grabaciones de instrumentos pre-colombinos de México

Las únicas grabaciones conocidas de aerófonos antiguos con membrana se localizaron en dos CD de "Ethnic Folkways Records" (del "Smithsonian Institution") titulados "Pre-Columbian Instruments of México" FE4177AB, de 1972, con grabaciones de Jorje Daher (Dájer)7, mismos que ya se adquirieron y examinaron. Por el título de los CD, se supone que los instrumentos provienen del México Antiguo. Las copias fotostáticas adjuntas incluyen la lista de 52 y 36 grabaciones cortas, y 10 fotos en blanco y negro de algunos instrumentos musicales de barro. No se sabe el origen de los instrumentos y su localización actual, ni como subsistieron las membranas al paso de los siglos, ya que su material es perecedero. Incluyen cuatro pistas con sonidos de instrumentos con Mirliton: Disco 1: 3) "Mirliton Aztec", 6) "Transverse Flute and Mirliton" y "Peak, Mirliton, Aztec" y; Disco 2: 8) "Flute. Penta Mirliton". Las escaleras espectrales de los sonidos de la última pista 8 se muestran en su espectrograma, en las que se puede ver que los componentes de frecuencia ni su intensidad en dB son iguales en ese segmento, y se generan armónicas con bastante ruido entre ellas, desde 0 hasta 14 kHz. Al final del espectrograma se ve que también había ruido en el ambiente, ya que éste aparece dónde no hay sonidos de la flauta.

"Silbato" de Michoacán

Dájer informó en su libro8 haber visto en una galería de Londres un "silbato" de cerámica negra bruñida del antiguo Michoacán con dos hoyos y en uno de ellos tenía una protuberancia para pegar una membrana que vibra (mirliton) y que lo convierte en un silbato de un solo obturador, pero de timbre nasal y grotesco, aunque no se proporcionó su foto ni se sabe si lo pudo tocar y conocer sus sonidos.

Fragmento de flauta de Colima

Nezahual Coyotzin encontró una foto con un fragmento de una flauta con protuverancia con hoyo para membrana en otro libro de Martí9 y me mandó su imagen digital desde Canadá. Tengo ese libro de Martí, pero no había visto ese fragmento de flauta, porque se incluye en el Capítulo de las Flautas Múltiples. El dibujo de la foto de Martí tiene una leyenda que dice: "De izquierda a derecha: Flauta de pico pentáfona probablemente de Colima, fragmento de una flauta de pico cuádruple y una sonaja de barro colimense (Colección del Instituto Tecnológico de Monterrey). Martí comentó sobre las flautas múltiples, que considera uno de los puntos cumbres en la historia de la música universal, pero no comentó ni identificó el hoyo para la membrana del fragmento de flauta muy similar a la FN-208 y a la del MAX. Parece que creyó que el hoyo para la membrana era otro obturador tonal. Muy probablemente la flauta original tenía cuatro obturadores y se rompió en el inicio del primer obturador distal. No se saben las bases consideradas para determinar el posible origen del fragmento de flauta, pero se observa que su morfología es muy parecida al de la flauta con membrana del MAX. No se proporcionaron sus dimensiones, para poder hacer modelos experimentales.

"Flautas" y "silbatos" de Costa Rica

También es posible que existan artefactos de viento con membrana sin identificar bien en zonas más alejadas del centro de Mesoamérica, ya que se han encontrado varias fotos como la de dos "flautas" de Costa Rica de un libro de Martí publicado en Alemania10, aunque no se ve bien el sistema sonoro (como la boca y el bisel, para poder hacer modelos experimentales) en ninguna de esas dos flautas, pero se muestra en un promontorio el hoyo para la membrana junto a dos obturadores. La falta de comentarios sobre el uso de membrana en esas tres flautas publicadas por Martí muestra que hasta un experto que publicó varios libros sobre la organología mesoamericana no identificó el uso de la membrana en estas flautas, lo que indica su desconocimiento hasta por los expertos que las han examinado.

Justin Kerr incluye en su "Preculumbian Portafolio" dos fotos de "silbatos" de Costa Rica, cuyo tubo resonador tiene morfología similar a la de las "flautas" publicadas por Martí y también muestran hoyos para colocar membranas, aunque tienen otra decoración. Una foto es la 7875 y otra la 7876

Otros experimentos con modelos de flautas con membrana

Los modelos experimentales no son muy utilizados por los investigadores de nuestro patrimonio organológico, porque parece que no saben como hacerlas, los consideran apócrifos o no se quieren ensuciar las manos con el barro, pero ya se ha mostrado que son un medio para analizar el posible funcionamiento de aerófonos antiguos. Se han hecho estudios sobre modelos experimentales de flautas de barro con membranas y de otras flautas musicales con membrana adaptada. Se ha visto que todo tipo de flautas pueden funcionar bien las membranas y se ha observado su efecto sonoro. Las partes organológicas, funcionales y de construcción de las flautas son importantes, y usualmente en los estudios no se les da mucha atención, ya que prefieren ver otros aspectos como los musicales o iconográficos.

La membrana

La membrana puede vibrar por simpatía de otras vibraciones moleculares del aire, como las generadas por una flauta vertical, transversa o de pico, y su principal efecto es modificar las vibraciones originales de resonancia y agregar otras vibraciones por simpatía de las presiones de las ondas dentro del resonador, que como principal resultado producen el efecto nasal especial. Otros efectos importantes son: los sonidos generados son de mayor intensidad audible; reduce un poco la F0; restringe el rango de frecuencias de funcionamiento; y no es homogéneo en su rango sonoro. Eso también se informó en una tesis doctoral de la flauta china dizi1. El funcionamiento sonoro de la membrana, en F0 y timbre, se puede alterar con variaciones de su material, diámetro y tensión, así como de la configuración al colocarla, ya que algunas veces funciona mejor si se arruga un poco. En particular, se sabe que la frecuencia (F0) de los sonidos producidos por una membrana varía de la siguiente manera:

1ª. Es directamente proporcional a la tensión (T) a la que esta sometida dicha membrana.
2ª. Es inversamente proporcional a su espesor (e).
3ª. Es inversamente proporcional al cuadrado de su diámetro (d)

Su expresión algebraica es la siguiente: F0 = KT/e d. No es sencillo determinar con exactitud el efecto en la F0, ya que la tensión de la membrana se ajusta manualmente y hay otros factores que pueden afectarla como el grado de rigidez o elasticidad del material usado. Se requiere un poco de práctica para encontrar la mejor configuración y tensión de la membrana. Inicialmente, se puede colocar un poco tensa y después irla aflojándola presionándola con la punta de un dedo, hasta obtener el timbre deseado. El timbre puede ser nasal, gangoso, como zumbido, llorón, etc. El material puede ser cualquier membrana muy delgada, natural o sintética. La membrana se adhiere con cera sobre una perforación circular hecha en la parte media de la pared del tubo resonador, entre el primer hoyo tonal y la boca sonora de la flauta.

Modelos experimentales de flautas de barro. Con esos modelos se vio que la membrana puede funcionar bien con todo tipo de flautas conocidas e imaginarias como las de embocadura lateral, la de canal de obturación y las dobles.

Ejercicios experimentales se hicieron con flautas barrocas, quenas, etc. y se vio que en todas funciona la membrana pegada con cera, aunque en las muy largas no es fácil que opere en forma pareja en todas las digitaciones, y en algunos casos la membrana no produce armónicos fuertes en la parte alta.

Ya se vio que los modelos experimentales de flautas mexicanas pueden funcionar bien con membrana de tripas de anumales limpias y secas (como las de cerdo usadas en los chorizos) pegadas con cera. Esto indica que es posible usar tripas de otros animales como membranas de flautas y gamitaderas. Sin embargo, se ha visto que las membranas de materiales biológicos se deterioran en algunas semanas o meses, por ser delgadas y sin tratamiento que evite su descomposición natural, pero se pueden reponer fácilmente ya que la cera permite los cambios de las membranas. El plástico no existía en el pasado, pero por su durabilidad en condiciones de humedad es bueno para ser usado en membranas de modelos de flautas que sean muy utilizadas en experimentos o demostraciones sonoras, aunque el timbre generado es un poco diferente.

Hay algunos detalles importantes en la estructura de estas flautas, para que puedan producir sonidos fuertes y claros. Uno de ellos es el lugar exacto del hoyo para la membrana. Para lograr la mayor intensidad de vibración de la membrana, se requiere que se perfore entre el último obturador y el bisel de la flauta, ya que cerca de ese lugar se puede localizar un nodo de presión máxima de las ondas generadas dentro del resonador, aunque puede funcionar en otras zonas del resonador. Experimentalmente se encontró una forma práctica de prever su buen funcionamiento, sin usar equipos sofisticados. Si se cubre el hoyo hecho y sin la membrana con un dedo y se excita la flauta, se deben sentir en la superficie del dedo las vibraciones de presión internas generadas, aun recién hecha con el barro fresco, para que se generen vibraciones en la membrana colocada después de quemar la flauta de barro.

Recientemente, se probaron membranas de ala de murcielago y funcionan muy bien en el modelo experimental de la flauta con cabeza de guajolote.

El tubo resonador puede ser también de cualquier material, natural o sintético, de una longitud que se pueda digitalizar. Funciona mejor si no tiene muchos hoyos tonales, por su rango restringido de frecuencias de funcionamiento. Por ello, se ha visto que funcionan muy bien en las flautas mexicanas de pocos hoyos como las que tienen cuatro o menos, aunque pueden funcionar con más hoyos, si producen sonidos fuertes.

Otros parámetros acústicos importantes

Existen otros parámetros acústicos que se pueden determinar como la presión sonora y potencia máxima radiada. La presión sonora de estas flautas sin membrana y con membrana, para sus notas más altas, puede ser de más de 100 dB y 95 dB (medidas con un sonómetro a 1 m y 0 grados), equivalentes a una potencia máxima radiada 0.126 Watts y 0.04 Watts, respectivamente. Eso se contrapone a la mayor potencia percibida cuando se operan con membrana, ya que los sonidos producidos en ese modo se escuchan más fuertes. Eso se puede originar por el debilitamiento de sus componentes harmónicas pares, cuando opera la membrana.

La potencia acústica radiada se estimó con la formulas 1 y 2 expresadas en formato de MS Excel:

I = + (10 ^-12) * 10 ^ (dB/10)               (1)
W = 4 * PI() * I                                      (2)

Donde,
I = intensidad del sonido (W/m2)
dB = presión sonora medida con un sonómetro (dB) a un metro y 0 grados
PI = 3.1416....
W = potencia acústica radiada (Watts)

Estos parámetros acústicos son necesarios para determinar el posible rango en distancia y el entorno en que se pueden usar en la realidad los instrumentos sonoros, a pesar de que son muy básicos e indirectos, proporcionan información más "dura" que algunas elucubraciones frecuentes de la arqueología como las que se basan sólo en opiniones de otros colega sin proporcionar las evidencias sólidas que los puedan soportar o las generales derivadas de la iconografía. Las estimaciones de parámetros acústicos homogéneos, también permiten hacer comparaciones funcionales y correlaciones matemáticas sobre las propiedades de instrumentos. Sin datos cuantificados, las extrapolaciones y correlaciones solo se pueden hacer en base a asociaciones figurativas, escultóricas, de la imaginación, de creencias preestablecidas, supuestos, etc., mismas que, en el mejor de los casos, han conducido a plantear generalidades sobre el posible uso de los instrumentos antiguos. Todo indicio es bueno, pero es un verdadero desperdicio no analizar los parámetros que determinan las propiedades de la función sonora fundamental de los instrumentos que se pueden examinar directamente y aun indirectamente.

El nivel de potencia máxima y la altura de los sonidos más fuertes de estas flautas se pueden escuchar fuerte a cortas distancias o en espacios cerrados o con otros instrumentos y bien a distancias considerables. Por ejemplo, en un experimento realizado en los campos deportivos de la Unidad Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional, cuando no había deportistas, los sonidos agudos de la flauta se pudieron escuchar a lo largo de un poco más de tres canchas de fútbol adjuntas, lo que equivale aproximadamente a 300 m. Eso significa que se pudieron usar y escuchar bien en espacios y eventos ceremoniales y rituales.

Demanda potencial de investigación organológica

Investigadores de nuestras culturas antiguas se quejan en sus foros como en el "Homenaje a la Dra. Alba Guadalupe Mastache Flores", celebrado en el MNA del 5 al 7 de octubre de 2005, de que no hay recursos suficientes para realizar exploraciones en miles de sitios nacionales detectados y no explorados que están siendo saqueados o invadidos por el crecimiento de la población y urbanización Eso es cierto (como ha sucedido con el propio cerro de la Estrella y su TFN), pero también es cierto que hay miles de artefactos sonoros antiguos ya rescatados que no han sido analizados con profundidad y se pueden estudiar sin requerir grandes inversiones como estas flautitas mostradas en vitrinas del MNA y del MAX.

No es posible imaginar una gran ceremonia del pasado remoto en silencio como los enterramientos de grandes personajes y otros eventos importantes. Se han encontrado muchos entierros de varias culturas con restos de esqueletos humanos junto a instrumentos musicales, que están esperando ser analizados con mayor profundidad. Vera Tiesler, experta mayista en esquelética, informó (comunicación personal) que encontró en sus registros al menos quince entierros con restos de esqueletos e instrumentos musicales mayas, desde el Preclásico. Se sabe que esa costumbre se daba mucho en otra zonas como en las tumbas de tiro del Occidente.

En este documento se ha vuelto a mostrar que hasta sin grandes recursos económicos es posible empezar a identificar, reconocer y analizar el rico patrimonio organológico recuperado con mayor profundidad usando un poco de técnica e imaginación y aprovechando modelos experimentales aproximados, aun sin poder tener un análisis directo de los artefactos de viento antiguos y con la poca información arqueológica disponible abiertamente sobre esos bienes.

Se ha probado que los objetos sonoros y aun sus fragmentos son verdaderos "documentos" organológicos que pueden empezar a ser leídos con mayor profundidad, aun en forma virtual o indirecta, para obtener indicios adicionales a los encontrados por métodos tradicionales de la arqueología y la música sobre los posibles gustos, usos y costumbres sonoros singulares de nuestros antepasados. Se ha mostrado que es posible empezar a reconocer y estudiar la organología extraordinaria, como los desconocidos artefactos de viento con membrana que eran utilizados en los rituales más importantes hasta de los grandes centros ceremoniales del México Antiguo como el TM y el TFN. También se pudieron hacer propuestas sobre posibles usos y significados particulares, derivados de las propiedades sonoras para las que fueron creados y usados esos artefactos extraordinarios.

Teponaztli y flauta tenek

Recientemente, se inició un estudio sobre un teponaztli y la flauta tének, que se puede consultar abiertamente, para no ampliar mucho este documento, pero se ha detectado que la flauta se ha venido perdiendo.


Bibliografía

1. Tsai, C.-G. The Chinese membrana Flute (dizi): Physics and Perception of its Tones. PhD Thesis, Humbolt University Berlin. 2003. (http://wwwyogimont.net/jia/dizi/diss/)
2. Heo, Jong-in. THE KOREAN TRANSVERSE FLUTE TAEGUM AND ITS MUSIC TAEGUM SANJO. Doctor of Musical Arts. School of Music. Florida State University. 2003 (http://etd.lib.fsu.edu/theses/available/etd-03132003-155125/)
3. Peréz, Negrete, Miguel. El Templo de Fuego Nuevo en el Huixachtécatl (Cerro de la Estrella). Forma y Función de un Centro Ceremonial del Sur de la Cuenca de México. Tesis profesional de arqueología en el ENAH. Tomo I y II. 2005.[1]
4. Bernardino de Sahagún. Historia general de las cosas de Nueva España. Mexico, 1999.
5. Jurado, María Eugenia. El Mitote entre los Pames de San Luis Potosí. 2003. En prensa.
6. Both, Adje. Tesis doctoral sobre "Aerofonos Mexicas de las Ofrendas del Recinto Sagrado de Tenochtitlan" entregada en el Departamento de Ciencias Historicas y Culturales, Instituto Latinoamericano de Estudios, Universidad Libre de Berlin (no publicada).
7. Smithsonian Folkways Recordings. Precolumbian Instruments of Mexico. CD. (http:www.folkways.si.edu/search/AlbumDetails.aspx?ID=589).
8. Dájer, Jorge. Los artefactos sonoros precolombinos desde su descubrimiento en Michoacán. FONCA. 1985. p. 62.
9. Martí, Samuel. Instrumentos Musicales Precortesianos. INAH. 1968. p.195
10. Martí, Samuel. Musikgeschichte in Bildern. Band II: Musik des Altertuns/Lieferung 7, 1970. Fig.141.

Notas:

1. La tesis de Pérez incluye referencias adicionales que no fueron consultadas por el suscrito como las siguientes: Hernández Reyes, Carlos. 1975a. Exploraciones arqueológicas en la cúspide del Cerro de la Estrella. Septiembre de 1974 a abril de 1975, México, INAH, ATCNA. Inédito.

INAH. 1975. Inventario del activo fijo, correspondiente a las piezas arqueológicas producto de las excavaciones realizadas en el Cerro de la Estrella, Ixtapalapa y que son entregadas a la ceramoteca del INAH, según oficio No. 401-7-00445, girado al Dto. de Monumentos Arqueológicos, México, ATCNA. Inédito.