Fauna sonora. Anuros mayas.

Roberto Velázquez Cabrera
Instituto Virtual de Investigación Tlapitzcalzin.

Conferencia para la X Jornada Académica del Seminario Permanente de Iconografía. “Iconografía de la Fauna”
Del 5 al 9 de septiembre de 2005.


Fig. 5. Rana de barro de Yaxchilan

ABSTRACT

Se propone aprovechar la rica iconografía de la fauna que puede producir sonidos, para empezar a conocer la cultura y la tecnología sonoras asociadas con los seres biológicos del México Antiguo. Hay miles de bienes arqueológicos sonoros, entre los cuales hay muchos que pueden producir sonidos de animales, pero no han sido estudiados formalmente y sistemáticamente, ya que no han sido analizados en laboratorios y con equipos de metrología acústica. También hay cientos de representaciones iconográfícas y escultóricas de seres del pasado, como los biológicos que producían sonidos en la realidad, pero sólo se han exhibido y examinado con la vista y en silencio, aunque podrían ser analizadas en su posible función sonora. Como ejemplos de casos ilustrativos de la fauna mexicana, que ya se han empezado a examinar, se muestran unos aerófonos globulares (silbatos) dobles de barro mayas en forma escultórica de anuros (ranas y sapos) que pueden producir sonidos complejos como batimentos y otros muy similares a los de los seres de la naturaleza representados. Se comenta brevemente la iconografía relacionada, se analiza la morfología y dimensiones organológicas y se aplican métodos y herramientas de análisis de señales (iconografía espectral) y de acústica (estimaciones de la frecuencia fundamental F0, presión sonora y potencia acústica radiada máxima) para explorar el posible entorno espacial y contextual del uso original de esos aerófonos. Se hicieron modelos experimentales de barro, para explorar su forma de construcción y para experimentar sobre sus propiedades sonoras. Se proponen sus posibles usos en el pasado como en coros de anuros en ceremonias al dios Chac para llamar la lluvia, y en ritos para producir efectos especiales en el cerebro.


Introducción y antecedentes.

El estudio de los anuros mayas de barro muestra que es posible analizar en detalle y con herramientas técnicas los miles de aerófonos de barro que se han recuperado, como un medio para empezar a explorar el rico espacio sonoro de nuestros antepasados. Los anuros son un hermoso ejemplo de la rica fauna sonora que debió haber existido en el México Antiguo y, más en los sitios cercanos a las riveras de los ríos y lagos. Aun hoy, a pesar de la terrible destrucción de la biosfera y la contaminación del agua y la tierra, es posible escuchar en las selvas y bosques húmedos los singulares sonidos de los cantos y coros de los anuros. Cualquiera que haya visitado y dormido en ellos ha podido escuchar los sonidos de la fauna, pero los pueblos antiguos que vivían cerca y armónicamente con su mundo natural los escuchaban todos los días. Los aerófonos mayas de barro analizados en este documento no son conocidos por el público ni se han exhibido en museos o exposiciones nacionales.

Como la iconografía y significado de los anuros (ranas y sapos) ya ha sido analizado por otros autores, en este documento sólo se comentan algunas figuras mayas para mostrar que representaban de varias maneras estos seres biológicos de la fauna mexicana y que muestran el gusto y veneración que tenían por esos misteriosos anfibios.

La rana aparece en un glifo de uno de los 18 ulinales (meses) de 20 kines (días) más 5 días (vayeb) al final, del calendario maya de 365 días llamado haab. El símbolo del mes 11 es una rana, llamada en unas referencias Zac [33] y en otras Uo. También lo llaman Constelación Rana, Jaguar Nocturno o Jaguar del Inframundo. Hay que recordar que el jaguar es uno de los seres más respetados y venerados por los mayas y el calendario maya tenía mucha importancia en su agricultura, su vida diaria, sus ceremonias y sus festividades así como su religión y su cosmovisión.

La rana aparece en el primer desciframiento de los jeroglíficos mayas (1) que fue realizado por Tatiana Proskouriakoff (2), en la tumba de Pacal, al encontrar el glifo (clasificado como T740) del "nacimiento" en forma de rana (3) que ella llamó rana erguida "upended frog", (Figura 1) por su posición. Linda Schele también descubrió otros grifos en forma de rana, en las Alfardas del Templo del Sol de Palenque, que ella llamó "tocar tierra" o "ser nacido". Peter Mathews y Linda Schele reconocen (4) el glifo que encontró Proskouriakoff y su significado como la fecha inicial de una persona y encontraron que en Palenque hay varias inscripciones con el glifo de nacimiento de Señores como Pacal T740.181: 125 o 246, o 125 (88). Según Proskouriakoff el glifo de la "rana erguida" también aparece en el dintel 29 de Yaxchilán asociado a la fecha de nacimiento de Pájaro - Jaguar (9.13.17.12.10) 8 Oc 13 Yax y de Escudo - Jaguar II en el dintel 13 (9.16.0.14.5) 1 Chicchan 13 Pop. También aparece en diversas piedras talladas como en la estela 3 de Piedras Negras.

Al analizar con cuidado el glifo T740 se ve con claridad que el animal puede estar cantando. Su cabeza está levantada en posición de canto y su boca está un poco abierta para que salga el sonido del canto, como lo muestran también las ranas de barro de Yaxchilán. La imagen del glifo también indica que por la boca de la rana sale su canto, ya que se muestra el glifo usado para la palabra o el canto, mismo que sale de la parte inferior de su boca. Sus oídos están amplificados como orejas, posiblemente para indicar que en ellas amplifican sus sonidos, aunque se notan otros signos indescifrados. Cuando las ranas salen del subsuelo o "nacen" es cuando pueden cantar en nuestro mundo. El análisis anterior apoya y refuerza la idea de "nacimiento" asociada al glifo T740 y enriquece su significado en el centro del contexto filosófico maya sobre su fauna.

En el sitio de Yaxchilán se encontró una evidencia icnográfica importante relacionada con el gusto de las elites mayas por las ranas. Figuras estilizadas de ranas se pueden ver en el huipil, huipilli o k'ub de la dama Na Xok del dintel 26
(Figura 2). Ese hermoso dintel fue uno de los que escaparon al saqueo del exterior y se encuentra en exhibición en la sala maya de Museo Nacional de Antropología (MNA). La rana se incluye en la parte superior del dintel que no fue dañada, entre su brazo y espalda. La figura de esos anfibios también era muy usada para decorar textiles (5).

Ranas de barro de Yaxchilán.

La evidencia actual más clara del gusto de los mayas por las ranas cantadoras son tres hermosos aerófonos globulares dobles en forma escultórica de ranas, encontrados en rellenos de los templos de la Pequeña Acrópolis o Acrópolis Oeste del sitio de Yaxchilán, Chiapas. Pertenecen a un lote de ocho aerofonos de barro. Se estima que las estructuras del sitio pertenecen al período Clásico Tardío (650-800 D.C.). Los silbatos de Yaxchilán fueron descubiertos durante excavaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dirigidas por Daniel Juárez Cosío, realizadas de 1989 a 1991. Aun se encuentran bajo estudio y están almacenados en una caseta de resguardo en una bodega de Cuicuilco. No se conocen los detalles del contexto arqueológico en que fueron encontradas las ranas de barro ni evidencias locales indicativos de su posible uso.

Las ranitas de barro de Yaxchilán se incluyeron en los trabajos de una tesis de maestría sobre aerófonos mexicanos (6), realizada en el Centro de Investigación en Computación del Instituto Politécnico Nacional, para atender una solicitud especial de los revisores para que se incluyeran aplicaciones en bienes sonoros antiguos de la metodología de análisis propuesta. El examen de los aerófonos de Yaxchilán fue importante para obtener la autorización de esa tesis, porque no se permitió al autor el examen directo de otros artefactos sonoros bajo resguardo en museos. Los investigadores de los museos mantienen un monopolio en el estudio de los bienes sonoros arqueológicos nacionales, aunque sólo se conoce una publicación sobre la organología de silbatos mayas pero tiene varios errores metodológicos básicos, mismos que se comentan en un documento electrónico (7), y no incluye información de utilidad en este estudio.

Los resultados de los primeros estudios del autor sobre las ranas de barro de Yaxchilán (8) se pusieron disponibles en la red mundial y se dieron a conocer internacionalmente en la Primera Sesión sobre Instrumentos Sonoros Antiguos (9), incluida en la Primera Reunión Iberoamericana de Acústica, celebrada en Cancún, México, en 2002. Un resumen de esos estudios aun se encuentra disponible en la “sala de Prensa Mundial de la Sociedad Americana de Acústica (10) que es mantenida por el Instituto de Física de los EUA. Para ayudar a contrarrestar el desconocimiento de la rica, singular y milenaria organología mexicana, todos los resultados de los estudios del autor, mismos que ya son más de 60, incluyendo los de los anuros mayas, están disponibles abiertamente y sin costo en el sitio de Internet del “Instituto Virtual de Investigación Tlapitzcalzin” (11). Es interesante comentar que desde hace años ese sitio aparece en primer lugar en los resultados de las búsquedas en la red mundial de Google (12) sobre el tema de investigación, tanto en español (aerófonos mexicanos) como en inglés (mexican aerophones). Sobre las ranas de barro de Yaxchilán, se hicieron varios análisis directos e indirectos, cuyo resumen se muestra a continuación.

Análisis organológico.

Los aerófonos globulares dobles no tienen dibujos en su superficie y el acabado de las piezas no es muy fino y no se ven restos de pintura decorativa, pero su hermosa figura tridimensional es muy significativa para extraer información relevante. Son de barro anaranjado claro y de grano semifino, posiblemente quemados a baja temperatura, como los que tienen una coloración de color café. Lo más notable de los aerófonos de Yaxchilán es su forma de rana o sapos en posición de canto, con la cabeza erguida. En dos de ellos su garganta esta inflada, pero parece que su boca esta casi cerrada. Eso indica que las ranas están cantando. Las ranas naturales no cantan como los humanos con la boca abierta, ellas cantan con el frente de su boca cerrada la mayor parte del tiempo, porque los sonidos pulsativos emergen por las comisuras laterales de los labios para generar su muy especial canto vibratorio. Tres aerófonos con forma de ranas o sapos en un lote de ocho representan un porcentaje muy alto, más de una tercera parte (37 %). También es notable que los silbatos sean dobles. Eso indica que les gustaba tocar silbatos en parejas, seguramente para poder generar y escuchar sonidos con efectos complejos especiales como los batimentos o sonidos fantasmas (no reales físicamente) que se generan en el interior del cerebro y no pueden ser detectados o medidos con aparatos de metrología acústica. Los batimentos audibles se generan como resultado de escuchar dos o más sonidos con frecuencias (fundamentales) cercanas y la percepción de su altura resultante es igual a la diferencia numérica de las dos frecuencias de los sonidos originales. Generalmente, en la música no son apreciados y hasta se prohíben los batimentos, ya que por esa causa afinan los instrumentos musicales, pero se ha visto que a los pueblos mexicanos antiguos les encantaban los sonidos fantasmas y sus efectos auditivos.

Se observa que la característica organológica común y más distintivo de los aerófonos dobles en forma de ranas es su mecanismo sonoro o sistema para generar los sonidos. Los hoyos sonoros o bocas son de forma y tamaño similar, con el bisel en forma de arco o semicircular. La forma y tamaño de los aeroductos también son similares, lo que es importante, ya que concuerda con la forma de otros silbatos del mismo lote. Las características comunes del mecanismo sonoro pueden ser un estilo organológico distintivo de los artefactos de viento con embocadura de pico de Yaxchilán. No se sabe si los aerófonos analizados son originarios de ese sitio, pero las similitudes de su mecanismo sonoro indican que fueron construidos con la misma técnica organológica-acústica por lo que pudieron haber sido producidos por una misma comunidad artesanal. Sus constructores pudieron pertenecer a Yaxchilán, porque es difícil que todos los aerofonos hayan sido traídos de otra comunidad maya para ser enterrados.

Sólo un artefacto sonoro del lote de ocho difiere en la forma de la boca, por tener un hoyo sonoro redondo en el centro del resonador, por lo que se puede considerar como un silbato transverso. El diseño organológico de este silbato transverso es muy común en las grandes culturas antiguas de América. Se han encontrado varios aerófonos tubulares y globulares similares en el México Antiguo y en la Zona Andina. Un buen ejemplo son las 32 flautas de hueso de Caral, Sucre, Perú (~2,600 a.C) que se incluyen en otro estudio (13).

Aerófono C-381
(Figura 3). Lo más importante de la representación escultórica de este silbato es que nos dice claramente que la rana de barro está cantando como las de la naturaleza, ya que tiene su buche tan inflado que forma un pequeño saco. Eso puede indicar también que la rana de barro fue hecha para cantar como las ranas naturales. Es posible que los constructores de estos silbatos mayas supieran que los sonidos de las ranas se generan por las cuerdas vocales y se amplifican y modulan en el interior de la boca y del saco bucal. También es notable que este silbato tenga hombreras u orejas. Ahora se sabe que las ranas amplifican adicionalmente sus sonidos en sus orejas. Este aerófono es el que se ve más completo y en buenas condiciones para ser tocado y analizado en su función sonora. En la primera etapa, los análisis se centraron en esta rana de barro. El silbato mide 7.8, 6 y 6.6 cm de largo, ancho y alto respectivamente. Tiene dos hoyos tonales. El barro es de color café un poco oscuro. Las medidas de detalle requeridas para estimar las frecuencias fundamentales son las de los parámetros de la ecuación de resonadores globulares de Helmholtz (14) y para poder hacer réplicas aproximadas se muestran en la Tabla 1. Lo más notable es que la diferencia del volumen interior de sus resonadores es significativa (8.6 y 12.4 3.8 cm3), lo que indica que los batimentos resultantes pueden ser audibles y percibidos fácilmente.

Aerófono C-466
(Figura 4). Este aerófono es el de mayor tamaño (10.8, 7.5 y 6 cm de largo, alto y ancho respectivamente). Tiene una rana bebe en la espalda con la cabeza rota. Tiene dos hoyos tonales, uno en cada silbato. El color del barro en amarillo ocre claro o bayo. Al analizarlo se vio que tenía residuos de tierra en el interior. Se eliminó con un palito un poco de la tierra, pero no quedó bien limpio. Se observa que el volumen del resonador de los silbatos es ligeramente diferente (11 y 10 cm3). Eso significa que pueden producir batimentos de baja frecuencia y puede ser que no se perciban bien.

Aerófono C-405
(Figura 5). Es el más hermoso, ya que tiene una rana bebe en la espalda con su cuerpo completo. La representación de la madre con su bebe en la espalda es muy rica en significado y tiene mucha relación con usos, costumbres y cultura mayas y con los animales de su zona. Por ejemplo, en el Códice Dresden (Laminas 13-26) se muestran dibujos con mujeres que tienen diversos seres en su espalda. Hay hembras de varias especies de la selva maya que cargan a sus bebes en la espalda, como los monos. En las comunidades indígenas algunas mujeres también cargan a sus bebes en la espalda. De esa manera los bebes mantienen una relación muy cercana con su madre, durante los primeros años de su vida. La figura del bebe también nos dice con mayor realismo que pertenecen a la especie de las ranas. La madre cantadora tiene que ser alterada en su cuerpo para facilitar su manejo al ser tocada. Si se le agregan las piernas pueden estorbar a las manos del tocador y si sus cuatro extremidades se forman con mayor realismo resultan frágiles o hacen muy grueso y pesado el artefacto sonoro. La rana de este aerófono también muestra su garganta inflada y con mayor realismo nos dice que está cantando. Desgraciadamente, este silbato tiene roto un canal de insuflación, por lo que no se puede operar en forma doble ni analizar los sonidos resultantes en ese modo de operación.

En la
(Tabla 1) se muestran las principales dimensiones de los silbatos de Yaxchilan.

Modelos experimentales y técnica de construcción.

La técnica de construcción de los aerófonos mayas o de otras culturas antiguas tampoco ha sido estudiada ni divulgada, ya que no se conocen publicaciones que describan con exactitud esa tecnología organológica. El primer documento electrónico donde se muestra en detalle y con fotos el probable proceso de elaboración de un aerófono antiguo es sobre las tlapitzalzintlis mexicas de una ofrenda del Recinto Ceremonial de Tenochtitlan (15), a pesar de que no se pudieron analizar de cerca y directamente, pero hay otros ejemplos ilustrativos como los singulares aerófonos globulares mixtecos con aeroducto de pico transverso (16) que Gonzalo Sánchez (17) llama ocarina Niuñe.

Ahora no es posible conocer la forma exacta como pudieron ser construidos los aerófonos del estudio y no se ha analizado bien el interior de los silbatos ni se dispone de sus radiografías o tomografías. Sin embargo, se piensa que fueron elaborados en varias etapas y partes. También se pueden mencionar algunos detalles probablemente usados en su fabricación, de acuerdo al análisis visual de los silbatos de Yaxchilán y a la elaboración de las primeras réplicas experimentales.

Los resonadores que forman el cuerpo principal de los silbatos se pueden hacer con técnicas de moldeado o modelado. Es posible que hayan usado el moldeado para formar el cuerpo del resonador, ya que se han encontrado moldes de figurillas en el mismo sitio. También es posible hacerlos con técnicas de modelado con las manos, que es la técnica más antigua. La boca u hoyo sonoro se puede hacer con un palito en forma de navaja, para cortar el hoyo y aplanar el bisel. Es posible que hayan usado el pastillaje para cubrir el aeroducto, ya que el silbato que tiene rota la embocadura muestra que su canal de insuflación fue moldeado con un palito plano y picudo para formar el canal pegándole sobre él un pedazo aplanado de barro. El análisis del interior de los aeroductos del resto de los silbatos-rana indica que fueron formados con un palito similar. La ranita bebe, la cabeza y piernas de las ranas fueron modeladas por separado y pegadas al pastillaje. Los hoyos tonales se hacen por medio de una perforación con un palito del grueso correspondiente. Experimentando, fue posible encontrar el mejor procedimiento para hacer una rana cantadora de barro
(Figura 7), mismo que se muestra en detalle en otro documento electrónico (18).

Análisis sonoro.

En el análisis de la altura o (frecuencia) fundamental de los sonidos: media (F), Mínima (Fmin) y Máxima (Fmax), se tomó de las grabaciones hechas en una bodega de resguardo de Cuicuilco. La fundamental calculada de los sonidos (F0) se estimó con la ecuación 1 de Helmholtz y las medidas de los aerófonos. El factor de calidad acústica (Q) se estimo con la ecuación 2. Las estimaciones y mediciones se muestran en la
(Tabla 2). Las expresiones de las ecuaciones se dan en formato de Excel.

F0 = (17000/PI)* (S/(((L+0.7*D)*V)) ^1/2          (1)
Q = 2*pi()*(V*((L+0.7*d)/S)^3) ^1/2                  (2)

Donde:
F0 = Frecuencia (fundamental) en Hz
Q = Factor de calidad del sonido
V = Volumen de la cámara resonadora del silbato en cm3
S = Área de la sección de la boca en cm2
L = Grueso de la pared en cm
d = Diámetro de la boca en cm
1700 = Velocidad del sonido/2 (usado en estudios previos)
PI() = 3.1416

Q también es la agudeza de la resonancia de un resonador y se puede expresar como Q = w0/(w2 - w1). Donde, w2 y w1 son las dos frecuencias angulares, arriba de la frecuencia de resonancia (w0) para la cual la potencia relativa promedio ha caído a la mitad de su valor. Y la frecuencia de resonancia w0 = 2 * Pi *f0. Q se puede considerar también como la ganancia de un resonador que actúa como amplificador: Q = Pc/P. Donde, Pc es la amplitud de la presión acústica dentro de la cavidad y P es la amplitud de la presión excitadora externa.

Análisis espectral.

La mejor manera de analizar sonidos complejos y variables en el tiempo, como los de los seres biológicos de la fauna, es mediante el uso de espectrogramas o de iconografía espectral. Algunos dicen que no se puede conocer la música antigua porque no se ha encontrado en forma escrita, ni grabaciones de ella, pero los espectrogramas son mejores que los pentagramas para escribir y leer todo tipo de sonidos y los artefactos sonoros recuperados en buenas condiciones pueden funcionar como reproductoras, si se excitan como en la antigüedad y se exploran todas sus capacidades sonoras. Los espectrogramas de los sonidos digitalizados se obtienen mediante mapeos matemáticos repetidos, hacia el espacio de las frecuencias, usando la Transformada Rápida de Fourier, mismos que se filtran, traslapan y escalan, para que puedan ser graficadas las componentes de frecuencia de los sonidos con su intensidad (dB, dados en grados de negros y grises), frecuencia (Hz, del eje de las “y”) y tiempo (segundos, del eje de las “x”). Como los espectrogramas de procesaron en una computadora personal, los sonidos se tuvieron que registrar en formato “wav”. Para obtener los espectrogramas se utilizó el programa Gram de Richard Horne (19).

El aerófono C-381 tocado en modo doble y en forma suave (con una presión baja del aire de excitación) produce dos componentes de frecuencia planas con poco ruido y armónicas débiles. Los sonidos producen batimentos, aun tocando los silbatos en esa forma sencilla. En el espectrograma de la
(Figura 6) muestran los componentes de frecuencias de los sonidos cortos del mismo aerófono C-381 tocado en modo doble y un modo un poco complejo: destapando los dos hoyos y soplando muy suave para imitar una ranita. Se observa que la altura de las dos fundamentales de las señales se eleva un poco, no se generan armónicas y las señales en el dominio de tiempo y de la frecuencia son similares pero no iguales. El aerófono C-466, tocado en forma similar al anterior, doble y suave, también puede imitar los sonidos de una rana. Los ejercicios realizados demuestran que las ranas de barro pueden producir sonidos similares a los de las ranas naturales. El silbato C-381 es el que puede producir sonidos más complejos, que se pueden notar audiblemente, porque tiene hoyos tonales y por la diferencia en el volumen de sus resonadores.

Se vio que las ranas de barro pueden producir otro tipo de sonidos más complejos como los generados con movimientos rápidos de la lengua para crear variaciones cíclicas en la amplitud de los sonidos o sonidos "turulatos" (con vibraciones de la lengua durante el soplado, como en el fonema de la letra RRRR), pero las grabaciones resultaron defectuosas porque se realizaron con el micrófono a corta distancia y se saturaron o cortaron los valores máximos. Sin embargo, fue posible notar que en ese modo los sonidos percibidos son fuertes y de mayor complejidad y semejanza con los de las ranas naturales.

Análisis sonoro de réplicas experimentales.

Una causa importante de que los aerófonos antiguos no se han podido analizar acústicamente es por las dificultades administrativas para poder llevarlos a los laboratorios bien equipados y viceversa, por la dificultad de llevar los equipos de metrología acústica a los lugares de resguardo de los artefactos de viento como los museos, y por la falta en ellos de personal técnico capacitado, instalaciones y equipamiento para el análisis sonoro. Una forma de romper con ese circulo maligno para la organología antigua es utilizando réplicas experimentales. Por ejemplo, fue posible hacer y llevar una copia experimental de las ranas cantadoras al Laboratorio de Acústica de la ESIME del IPN y con el apoyo de Sergio Beristain, equipo profesional (sonómetro Bueger & Kjaer, Type 2230 (20), con nivel de referencia 1, con un micrófono del mismo nivel de referencia) se pudieron hacer ejercicios de metrología sonora. Las mediciones se hicieron a 1 m a 0 grados, enfrente del micrófono) y una cámara anecoica de tipo educativo. Con las mediciones de la presión sonora (dB), las estimaciones de la presión acústica radiada se obtuvieron utilizando las ecuaciones 3 y 4 (en formato de Excel), para poder hacer comparaciones con modelos de otros aerófonos mexicanos, ya que los datos de presión sonora no son comparables, si no se realizan en las mismas condiciones experimentales.

I = (10^-12)*10^(dB/10)          (3)
W = 4*PI()*I                             (4)

Donde,
dB = Presión sonora medida (dB)
I = Intensidad sonora (Watt/m2)
W= Potencia acústica radiada (Watts)

Los valores comparativos obtenidos (de dB y Watts) para varios modelos de aerófonos mexicanos fueron: Rana de Yaxchilán, cerrada 67 y 0.0005; Rana de Yaxchilán, "turulato" abierta 73 y 003; Silbato Maya (21), cerrado 65 y 0.005; Flautita Mexica M2, abierta 92 y 0.02, aerófono olmeca de ilmenita (22) 104 y 0.3. Los valores obtenidos para las ranas mayas son bajos, si se comparan con otros de mayor potencia sonora como el modelo M2 de la flautita mexica operada en forma abierta, que con 0.02 Watts pudo ser escuchada hasta 500 m de distancia en el sitio de Teotihuacan. Pero son de mayor potencia que otros aerófonos globulares sencillos como los zapotecos (23), por el mejor diseño de su mecanismo sonoro y su menor tamaño.

Los aerófonos globulares sin o con pocos obturadores se llaman silbatos y se consideran simples, pero sus sonidos son sencillos si se excitan en forma simple o plana, como las flautas musicales. Generalmente, en la arqueología, los silbatos de barro se desprecian y se consideran juguetes, porque los primeros investigadores que vinieron de fuera así lo dijeron, ya que en la Europa de le Edad Media se usaban como juguetes de niños, y nuestros investigadores siguieron manifestando lo mismo. En los diccionarios un silbato genera una sola nota. Sin embargo, cuando los aerófonos sencillos se acoplan bien al sistema fonador del ser humano y se aprovechan todas sus capacidades, los sonidos generados pueden ser muy variados y complejos. Por ejemplo, experimentando con las réplicas, fue posible producir sonidos "turulatos" similares al de las ranas de la naturaleza, pero de mayor potencia sonora que si se toca con una nota plana. Los sonidos de ranas se pueden generar con movimientos vibratorios de la lengua o de las cuerdas vocales mientras se sopla y se puede modificar su altura obturando o desobturando los hoyos tonales o variando el volumen de otro resonador externo formado por las manos.

Los ejercicios de metrología acústica muestran la utilidad de obtener parámetros y características de los sonidos de los aerófonos que permitan caracterizarlos y hacer comparaciones entre ellos. La potencia sonora de un artefacto es uno de los parámetros más importantes para conocer su mejor utilización, ya que permite imaginar su alcance en distancia y el posible entorno espacial de su utilización. Las señales espectrales y sus características acústicas y auditivas permiten hacer comparaciones con otros sonidos, como los de los seres representados de la fauna.

Los aerófonos globulares dobles pueden producir batimentos, porque sus resonadores no son iguales. Tocados en un grupo al mismo tiempo producen batimentos complejos que pueden ser infrasónicos. Los batimentos infrasónicos pueden producir efectos especiales en el ser humano.

Hay otros descubrimientos interesantes sobre la iconografía sonora antigua. Por ejemplo, se ha visto que todos los aerófonos con un obturador tonal pueden producir grecas cuadradas en el espacio de las frecuencias, que son iguales a las grecas cuadradas de la iconografía antigua. Eso puede ser una coincidencia, pero las investigaciones avanzadas sobre aerófonos de pico (tubos de órganos) del Laboratorio de Dinámica de Fluidos de la Universidad de Tecnología de Edinhoven, Holanda (24), encontraron que las ondas generadas se parecen a las volutas con que se representaban los sonidos que producían aerófonos de pico similares como la flauta maya de la Pág. 34 del Códice Dresden (25) (Kingsborugh).

Usos posibles de las ranas de barro.

Hay evidencias que indican que las ranas de barro de Yaxchilán se pudieron usar para imitar los coros de las ranas naturales en ceremonias al dios de la lluvia. Aun hoy, los milperos de Yucatán realizan su ceremonia Cha-Chaac (26) que incluye el croar de niños, pero las ranas de barro se perdieron como los mayas. Las ceremonias ancestrales con cantos de ranas al dios de la lluvia maya también han sido mencionado por los indígenas Zapatistas de Chiapas (27). Todos los que han estado en una densa selva tropical como era la maya de las riveras del río Usumacinta, han escuchado los impresionantes sonidos de sus múltiples seres que conforman su fauna: ranas, chicharras, grillos, tecolotes, búhos y monos saraguatos. Seguramente esa riqueza sonora biológica era mayor en la antigüedad. Las "sinfonías", cantos y coros de animales nocturnos debieron ser muy impresionantes y sin duda fueron escuchados, admirados e imitados por nuestros antepasados. Aun hoy la selva lacandona es abundante en su fauna de anuros, a pesar de la terrible destrucción de su biosfera, de acuerdo a un informe de SEMARNAP (28).

Según los mayas, durante la noche surgen los espíritus de seres divinos de la selva, benignos y malignos. Uno de los coros nocturnos más notables, que se escuchan aun ahora es el de las ranas. Además, las ranas se consideraban como seres del inframundo, posiblemente porque durante el invierno se entierran debajo del suelo o el lodo para buscar la humedad y resistir el frío. Las ranas surgen en primavera, cuando el sol calienta el ambiente y resurge la vida y los cantos de animales como los de pájaros y ranas. Seguramente esos coros de ranas eran más notables en la ribera de un gran río como el Usumacinta y en una selva abundante, húmeda y cálida (a menos de 500 m sobre el nivel del mar y con seis meses de fuerte lluvia) como la del sitio de Yaxchilán. Las características del terreno del sitio de Yaxchilán, de península situada en un meandro en forma de omega rodeada del río más caudaloso de México y el más largo de Centroamérica con residuos abundantes de tierra y lodo sedimentario acarreado por el río y acumulado en sus riveras por miles de años, debió ser un paraíso para la proliferación de los anfibios. Sus coros nocturnos biológicos debieron ser notables e impresionantes en contraste con el profundo silencio de la selva.

No se conocen las especies de ranas que pudieron servir de modelos para hacer los aerófonos de Yaxchilán, pero se sabe que la riqueza y la variedad de los cantos sonoros de las ranas son similares a los de los pájaros cantadores. Se estima que en el mundo hay cerca de 3,000 especies diferentes de ranas y producen sonidos diferentes para diversos propósitos, como llamar a las hembras, anunciar peligros, etc.

Las ranas se callan cuando hay sonidos o ruidos extraños como los generados por los seres humanos, por sus fiestas o por sus instrumentos o artefactos sonoros. Por ello, si los antiguos mayas querían incluir coros de ranas en las fiestas y celebraciones de su dios Chaac para llamar la lluvia tenían que sustituir los coros de ranas de carne y hueso por coros parecidos, producidos por seres humanos o por sus ranas de barro. Los aerófonos globulares dobles de Yaxchilán, además de parecer ranas, pueden generar sonidos parecidos a los de las ranas naturales con mayor facilidad, con la ventaja de poder liberar las manos para otros efectos o usos en las ceremonias.

Como los sonidos de las ranas de barro pueden producir batimentos y efectos especiales en el cerebro, es posible que se hayan usado también en ritos chamánicos, para generar estados de conciencia especiales, posiblemente en recintos cerrados, por la baja potencia de los artefactos y para logran su mayor efecto sonoro en campos cercanos.

Es improbable que los silbatos de Yaxchilán, por su baja potencia sonora, se hayan usado para propósitos de comunicaciones o con otros instrumentos mayas más sonoros como los que se muestran en los murales de Bonampak (29), en grandes plazas o espacios abiertos, a menos que se hayan tocado en grupos, pero en ese caso se utilizarían para producir coros. Los silbatos pequeños son de mayor sonoridad pero no se sabe si había ranas de barro de menor tamaño. Los aerófonos dobles y múltiples son la evidencia más notable de que a los antiguos les gustaba tocar varios resonadores simultáneamente para producir batimentos. Es difícil que hayan sido usados para producir melodías, ya que no tienen muchos obturadores tonales y sus propiedades sonoras son más bien para generar sonidos ricos en ritmos, timbres, microtonalidades y batimentos, especialmente si se toca un grupo de artefactos de diferentes tamaños.

La Acrópolis Pequeña u Oeste de Yaxchilán esta formada por trece estructuras y está situada en una colina al oriente de la Plaza Principal. Sus dos plazas relativamente pequeñas debieron ser un sitio adecuado para la utilización acústica de ranitas cantadoras de barro semejantes, porque están rodeadas de varias edificaciones o templos, designados con los números 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51 y 52. La plaza mayor de la Acrópolis Pequeña mide ~ 20m x 40m. Las características de complejo restringido, por estar un poco alejado del centro ceremonial principal, permiten suponer que en él se podían efectuar ceremonias para un grupo selecto. Los recintos cerrados de los templos, las cuevas y “El Laberinto” de Yaxchilán, también son ideales acústicamente para escuchar bien los coros de las ranas de barro y apoyar la realización de ritos en grupos reducidos y selectos de chamanes o sacerdotes H-men.

Finalmente, se pueden plantear algunas hipótesis sobre el significado del hecho de que los silbatos de Yaxchilán analizados se hayan encontrado en rellenos y no estén destruidos. Por un lado, haberlos colocados en rellenos significa que fueron elaborados y usados antes de la construcción de la Pequeña Acrópolis en donde fueron encontrados, en la etapa previa al desarrollo pleno de Yaxchilán, o sea, antes del crecimiento más alto de su población y al deterioro de su biosfera, cuando las ranas naturales debieron ser más abundantes. Por otra parte, el hecho que las ranas de barro se hayan enterrado completas significa que no son desperdicios y tampoco fueron "matadas", como sucedió en muchos otros casos de artefactos antiguos de barro con representaciones de seres vivientes zoomorfas, antropomorfas o de deidades. Haber colocado los silbatos entre los rellenos de los templos se puede considerar como una especie de ofrenda a los dioses honrados en ese conjunto de edificaciones o como una forma de venerar a las ranas naturales de ese sitio. Como la mayoría de los silbatos estaban enterrados completos podían "vivir" y ser tocados por los moradores del inframundo de Yaxchilán. Haber descubierto los silbatos, en un sentido maya, significa que "renacieron" en nuestro mundo, pero su análisis a fondo es lo que permite reconocerlos y rescatarlos de verdad o revivirlos en nuestra realidad.

Anuros de barro de Honduras.

La publicación en Internet de los primeros estudios hizo posible la localización de otros anuros mayas de barro de Honduras. Se analizaron virtualmente, usando modelos experimentales, dos aerófonos globulares dobles que pueden producir sonidos similares a los de Yaxchilán. Uno se encuentra en el Museo Royal de Notario (MRO). Las fotografías y un sonido digitales del artefacto fueron proporcionados por el Dr. Adam Temple Sellen, que trabajaba en el Departamento de Antropología del mismo museo. Lo único que se sabe del aerófono es que proviene de Honduras y se cree que es antiguo. A pesar de que ya no tienen la tapa de los aeroductos, aun puede producir sonidos fuertes, si se tapan con un labio durante el soplado. No se dispone de permiso escrito para la publicación de sus fotos en este documento, pero fue analizado virtualmente a distancia (30).

Un sapo cantador de barro se incluye en la colección de La Dra. Linda Lee O'Brien-Rothe. El artefacto de viento y su información disponible fueron dados a conocer por Susan Rawclife en el 2do. Simposio del Grupo Internacional en Arqueología Musical en el Monasterio Michaelstain, en Hannover, Alemania, en 2002. Informó que la rana silbato ("Uloid Maya") es del Clásico Tardío de Honduras y mide 90x53x77 mm. Opina que los aeroductos han sufrido daño, lo que puede afectar sus frecuencias. Incluyó una foto y sonidos del silbato. El artefacto de barro también fue fotografiado en Los Ángeles por Arnd Adje Both, y proporciono una foto, pero aun no hay permiso para su publicación, pero también se analizó experimentalmente a distancia (31). Este artefacto sonoro de barro parece sapo, porque las ranas son más delgadas. No tiene hoyos tonales y es de barro semifino de color café-anaranjado con manchas negras como las que resultan de su quemado directo sobre madera o carbón. En su base presenta el mecanismo sonoro con las dos bocas casi rectangulares aunque tiene biseles un poco curvos y los canales no tienen su tapa que formaría el aeroducto. Las bocas y biseles están muy bien hechos, lo que indica alto grado de experiencia y especialización en su manufactura. Se piensa que los aeroductos son posteriores a los canales abiertos, pero no hay certeza de eso, ya que no se conocen los estudios que muestren evidencias temporales probatorias y ese sapo de barro no se ha examinado directamente. Si el artefacto es del periodo Clásico Tardío, es de época similar a los de Yaxchilán. Sería deseable conocer como se estimó el periodo temporal a que pertenece, ya que no se menciona el lugar de su origen exacto como sucede con la mayoría de objetos antiguos provenientes de colecciones privadas. La principal diferencia de los canales en detalle, con relación a la rana del MRO, es que éstos están separados y muy bien hechos y parece que fueron construidos intencionalmente en la forma de su estado actual con la ayuda de un palito plano de ancho similar.

Los modelos experimentales aproximados del silbato antiguo se utilizaron para analizar la principal distinción de los silbatos dobles con canales como el que se encuentra en el MRO. Los principales pasos para hacerlo pueden ser muy similares a los del un aerófono doble de Yaxchilán. Es probable que se hayan utilizado moldes de dos partes para formar el cuerpo, incluyendo la formación de la cabeza y la embocadura. Las dos patas colocadas a los lados permiten que la embocadura se acople bien con la boca. Se requiere cierta práctica para hacer que los modelos funcionen bien, lo que indica que los antiguos maestros que los hicieron tenían una gran habilidad para su construcción. Ese arte y tecnología se perdió con los mayas antiguos, ya que no se conocen artefactos sonoros similares posteriores al Post Clásico.

Se hicieron modelos experimentales de los dos aerófonos de Honduras
(Figura 8 y 9) y se encontró que pueden producir sonidos similares a los de Yaxchilán. Los aerófonos de Honduras confirman la hipótesis de que los mayas usaban sistemáticamente los sonidos de los anuros y tenían la capacidad técnica para simularlos mediante aerófonos de barro. El análisis de los artefactos sonoros arqueológicos prueba que son uno de los medios para conocer los gustos antiguos en ese aspecto y coadyuva al conocimiento más completo y detallado de su cultura y tecnología. También muestran que aerófonos muy similares a los de Yaxchilán se usaban al menos en otras dos zonas mayas.

Sapo de barro de Colombia.

Es posible que existan otros anuros de barro en zonas alejadas de Mesoamérica, pero no se sabe si pueden producir cantos similares a las ranas y sapos mayas de barro. Por ejemplo, se encontró una "Flauta de ducto globular” de cerámica de Tairona, Colombia, en forma de rana o sapo que fue dado a conocer por el Dr. Dale A. Olsen, pero sus sonidos publicados son planos (pista 38) (32). Sus modelos experimentales que se analizaron (33)
(Figura 10) pueden producir sonidos parecidos a los de las ranas naturales, pero no son muy similares como los de los mayas.

Otros aerófonos cantadores

Ya fue posible analizar un aerófono (silbato) de barro de inclinación labial en forma de ave (34) de la fauna maya que encontró Luis Alberto Martos en Rancho Ina, Grupo "P" de Xcaret, en la costa oriental de Quintana Roo (250-300 d.C.) y que puede producir hermosos y variados cantos microtonales de pájaros. Otros aerófonos de inclinación examinados (35) fueron encontrados por Margarita Velasco Mireles en el sitio de Ranas, Querétaro (600-900 d.C.) y también pueden producir cantos de pájaros. Estos casos muestran que existió una relación cercana de conocimiento y uso organológico-acústico entre algunos maestros mayas de esa zona y los serranos, a pesar de que surgieron en épocas que difieren de 3 a 7 siglos y en zonas extremas de Mesoamérica muy alejadas entre sí a más de 1,200 kilómetros. No se conocen otras evidencias arqueológicas que muestren gustos y relaciones de conocimiento muy especializado entre los mayas y los serranos.

Trabajos a futuro.

Es importante investigar los efectos en los seres humanos de los coros de los anuros de barro. Es interesante poder conocer las especies de anuros que pueden producir sonidos similares a sus modelos mayas de barro. Los aerófonos analizados se deben estudiar con mayor profundidad, porque falta conocer su estructura interna, obtener mejores grabaciones y fotos, reparar el que no tiene la tapa del aeroducto y poder escuchar los modelos experimentales en el sitio de Yaxchilán. Los modelos experimentales también pueden servir para hacer presentaciones de sus sonidos en exposiciones y eventos de difusión y pueden ayudar a rescatar la música de la fauna maya. El dar a conocer los estudios de anuros de barro mayas en foros y publicaciones especializados de nuestras culturas antiguas, como los de iconografía, puede ayudar a encontrar y analizar otros aerofonos similares que hayan sido rescatados. El análisis de todas las ranas y los sapos cantadores mayas de barro 1 recuperados, permitirá conocer con mayor detalle sus características sonoras y de manufactura, y hacer las correlaciones temporales y espaciales de esa subfamilia que es singular en la historia de la humanidad. Se espera que este ejemplo de análisis sirva para empezar a generar interés en el estudio a fondo, formal y sistemático de la desconocida, rica, singular y milenaria organología mexicana como la que representa a otros seres de la fauna sonora.

Nota. Debe haber mas ranas cantadoras de barro mayas, ya que se ha localizado otra
(Figura 11) (Figura 11) en el museo del Popol Buh de Guatemala.

Referencias

Se incluyen direcciones de la red (“web”) de Internet como Referencias, en lugar de Bibliografía, para facilitar a los interesados la consulta directa del material consultado y las herramientas técnicas utilizadas en el estudio y porque la mayoría no se ha publicado en papel.

1 http://www.cas.usf.edu/anthropology/women/tatiana/tp.htm
2 http://www.usu.edu/anthro/origins_of_writing/pacal/
3 http://www.mesoweb.com/pari/publications/RT01/lords/RT01_lords001.html
4 http://www.usu.edu/anthro/origins_of_writing/pacal/optimized/6.jpg
5 http://www.anthro.fsu.edu/wovenvoices/precolumbian/motif.html
6 http://mx.geocities.com/curinguri/tesis7.doc
7 http://www.geocities.com/rvelaz.geo/smayas1.html
8 http://www.geocities.com/rvelaz.geo/frogs/ranas.html
9 http://www.geocities.com/curinguri/cancun/arte.html
10 http://www.acoustics.org/press/144th/velazquez-espanol.htm
11 http://www.geocities.com/rvelaz.geo
12 http://www.google.com/
13 http://www.geocities.com/rvelaz.geo/caral/caral.html
14 http://www.geocities.com/rvelaz.geo/helmholtz/helmholtz.html
15 http://www.geocities.com/rvelaz.geo/xochi/xochipilli.html
16 http://www.geocities.com/gsxochipilli/mixtec/mixteca.html
17 http://www.geocities.com/gsxochipilli
18 http://www.geocities.com/rvelaz.geo/frogs/constru.html
19 http://www.visualizationsoftware.com/gram.html 20 http://www.bksv.com/621.asp
21 http://www.geocities.com/rvelaz.geo/smayas1.html
22 http://www.geocities.com/rvelaz.geo/bstone/smagico.html
23 http://www.geocities.com/gsxochipilli/silbato.htm
24 http://www.biophysics.uwa.edu.au/turbulence/flow.html
25 http://www.famsi.org/mayawriting/codices/dresden.html
26 http://www.cityview.com.mx/cancun1/articulos/milperos.htm
27 http://www.ezln.org/documentos/1996/19960109.es.htm
28 http://www.semarnat.gob.mx/regiones/selva_lacandona/fauna.shtml
29 http://www.geocities.com/rvelaz.geo/bonampak/lek.html
30 http://www.geocities.com/curinguri/rana/rana.html
31 http://www.geocities.com/curinguri/sapo/sapo.html
32 http://otto.cmr.fsu.edu/~cma/Eldorado.htm
33 http://www.geocities.com/curinguri/anuro/anuro.html
34 http://www.geocities.com/ehecatl92/ranchoina/rina.html
35 http://www.geocities.com/ehecatl92/ranas/ranas.html